En 1992, durante el Open de Australia no tuvo problemas para ganar a Arantxa Sanchez Vicario en semifinales por 6-2 6-2, y después a Mary Jo Fernandez en la final por 6-2 6-3, y conseguir su 2º Open de Australia consecutivo. Semanas más tarde ganó en Essen Classic, Evert Cup, Houston, Barcelona, Mónica era la gran dominadora del circuito. En Roland Garros ganó a Jennifer Capriati en 1/4 de final, a Gabriela Sabatini en 3 duros sets 6-3 4-6 6-4 en semifinales. En la final se enfrentó a Steffi Graf en uno de sus clásicos encuentros a 3 sets, que se convirtió en la mejor final femenina de la historia de Roland Garros de todos los tiempos por la lucha y el dramatismo vividos en el último set; Mónica ganó por 6-2 3-6 10-8, con lo que se convirtió en la única jugadora que ha ganado Roland Garros 3 veces consecutivas (desde que lo hiciera Hilde Sperling 1935-37).
La celebración de Mónica no duró demasiado, ya que iba a jugar en Wimbledon en un par de semanas, pero desafortunadamente para Seles los ingleses no estaban muy contentos con ella por su desaparición del año anterior y por sus gritos durante los partidos. Tenían hasta un número de teléfono donde la gente podía llamar y grabar su propio grito al estilo Mónica, y la persona que resultase ganadora obtenía un premio en metálico. Después, durante sus partidos ponían micrófonos y los llamaban "gritómetros", grababan el nivel de decibelios de los gritos de Mónica al golpear la bola.
Durante el partido de 1/4 de final, Nathalie Tauziat se quejó al juez de silla porque Mónica estaba siendo demasiado ruidosa; lo que animó a Martina Navratilova a hacer lo mismo durante la semifinal contra Seles. Esta vez el juez de silla dió a Mónica un "warning", al rato Martina volvió a quejarse otra vez y provocó que el juez de silla se agachase cuando Seles pasaba por su lado durante un cambio de lado, para decirle que bajase el volumen de sus gritos, a lo que ella contestó: Estoy tratando de hacer mi mejor juego...Mónica ganó ese partido por 6-2 6-7 6-4.
Pero en la lluviosa final cometió el gran error de probar a no chillar durante el partido, y la controversia creada por el tema de los gritos hizo mella en Mónica, e intentó jugar sin gritar desde que todos actuaban como si ese fuese el tema más importate del momento. Seles estaba aburrida de contener sus gritos, ya que el resultado en la pista no era el mismo, y perdió finalmente contra Steffi Graf por 6-2 6-1.
En el U.S Open volvió a jugar como siempre (es decir, gritando), y destrozó a sus adversarias ronda tras ronda con sus poderosos y ajustados golpes, perdiendo sólo unos pocos juegos en cada partido. Llegó a la final, donde tenía como rival a Arantxa Sanchez Vicario y la derrotó por 6-3 6-3 para ganar su 2º U.S Open consecutivo. Después ganó el Nichirei International, Bank Of The West Classic y el Masters de final del año (por tercera vez consecutiva) a Martina Navratilova por 7-5 6-3 6-1.
Terminó el año otra vez como nº1 del mundo, ganando 10 de los 15 torneos que jugó en 1992, duplicando sus anteriores y exitosas temporadas. Defendió sus títulos ganando otra vez el Open de Australia, Roland Garros y el U.S Open. Era la jugadora más joven que había ganado 30 títulos antes de cumplir 19 años.
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