lunes, 28 de diciembre de 2009
EL AÑO MÁS DIFÍCIL PARA MÓNICA
En 1998 Mónica no jugó durante los tres primeros meses de la temporada debido a la lucha que mantenía su padre contra el cáncer, y comenzó a jugar en Roland Garros. El padre de Mónica murió después de 5 años de batalla contra el cáncer, y Mónica no sólo perdió a su padre y a su coach, también perdió a su mejor amigo.
Entró en el cuadro principal de Roland Garros 1998 sólo unos días después de la muerte de su padre, y con poca confianza en hacer un buen resultado allí. Llevó sobre su cuello el anillo de boda de su padre, y se abrió paso hasta llegar a la final. En cada partido que jugaba recibía condolencias de sus rivales, amigos y fans que sabían lo que había sufrido (esto hizo que se concentrara al máximo en su tenis). Jugando como en un cuento de hadas durante todo el torneo, arrasó a Martina Hingis en semifinales por 6-3 6-2, pero perdió la final contra Arantxa Sanchez Vicario en 3 sets.
Más tarde ganó el Open de Canadá por cuarta vez, y ganó en individuales y dobles la Tokyo Princess Cup. Al final de la temporada de 1998 Mónica jugó el Masters de final de año, y se encontró con Steffi Graf por primera vez desde la final del U.S Open de 1996. Se enfrentaron en los 1/4 de final, después que Mónica ganase a Kournikova en 1ª ronda 6-4 6-3. Mónica comenzó el partido rompiendo la bola en cada golpe y desplazando a Graf por toda la pista hasta encontrar huecos libres para terminar el punto, y así ganó el primer set por 6-1. Graf afinó su derecha para ganar el segundo set por un igualado 6-4. Ambas jugadoras buscaban golpes ganadores constantemente, jugando un gran tenis hasta el final, entonces Graf consiguió unos cuantos puntos seguidos y terminó ganando 6-4 en el tercer set. El resultado final: 1-6 6-4 6-4 para Steffi Graf.
lunes, 7 de diciembre de 2009
HINGIS, SU BESTIA NEGRA
Después de la rotura de dedo sufrida durante un calentamiento en Diciembre de 1996, Mónica no estaba preparada para defender su corona en el Open de Australia de 1997, y no jugó hasta el mes de Marzo. Como resultado de esta ausencia en las pistas, bajó hasta el puesto nº 6 del ranking. Retornó a la competición en Miami, llegando a la final por primera vez desde que ganara el torneo en 1991. Después llegó a la final de Hilton Head, pero perdió ante la nº 1 Martina Hingis por 7-6 en el tercer set. Semanas después se reencontró con la victoria ganando el Acura Classic a Lindsay Davenport, el Open de Canadá (por 3ª vez consecutiva) a Anke Huber, y ganó de nuevo el Tokyo Princess Cup a Arantxa Sanchez Vicario, subiendo en el ranking hasta el nº 2 del mundo. Su racha de 14 victorias consecutivas fué frenada en el U.S Open en 1/4 de final, donde tuvo match point ante Irina Spirlea, aunque finalmente fué derrotada por 6-7 7-6 6-3. Más tarde ganó el Tokyo Princess Cup, y en el Masters de final de temporada Arantxa Sanchez Vicario la derrotó en 1ª ronda por 3-6 6-4 6-4.
viernes, 4 de diciembre de 2009
SU ÚLTIMO GRAND SLAM
En 1996, Mónica comenzó ganando el Open de Australia por 4ª vez (su 9º título de Grand Slam), también ganó en Sidney a Lindsay Davenport, Eastbourne (su primer título sobre hierba) a Mary Jo Fernandez, el Open de Canadá (defendiendo título) a Anke Huber, y en Tokio ganó el Nichirei International a Kimiko Date. Mónica debía participar en los Juegos Olímpicos representando a USA, y ganó a Gabriela Sabatini en 3ª ronda antes de caer ante Jana Novotna en 1/4 de final. Formó parte del equipo de Fed Cup a lo largo del año, lo que ayudó a que el equipo norteamericano ganase el título disputando la final ante España en territorio americano, y ganando el último punto de la eliminatoria a Arantxa Sanchez Vicario. Disputó el Masters a final de la temporada, pero se retiró en 1ª ronda por molestias en su hombro izquierdo. Semanas después durante un calentamiento antes de jugar un partido de exibición con Martina Hingis, se rompió el dedo anular de su mano derecha al tratar de coger una bola a medio vuelo tras un servicio de Hingis.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
1995: EL ESPERADO REGRESO
Tras una larga y razonable ausencia del mundo del tenis, y después de obtener la nacionalidad estadounidense en 1994, Mónica regresó al circuito en 1995, y el mundo del tenis estaba encantado con su vuelta; todos, excepto sus rivales. Volvía compartiendo el nº 1 del ranking con Graf, y ganó el torneo que supuso su vuelta a la dura competición; el Open de Canadá, logrando un record al perder 14 juegos durante todo el torneo. Jugó su primer Grand Slam tras su vuelta, y todos los aficionados querían ver una batalla Seles-Graf en la final del U.S Open. Graf ganó el partido en 3 sets 7-6 0-6 6-3. Mónica estaba encantada de estar de vuelta jugando al tenis otra vez, y el mundo del tenis se lo agracecía con enormes muestras de cariño. El tenis la necesitaba.
1993: EL AÑO MALDITO
Mónica comenzó fuerte 1993, ganando el Open de Australia (por 3ª vez consecutiva) y después ganando el Virginia Slims de Chicago; semanas más tarde un chalado admirador de Steffi Graf siente de debe apartarla de la competición para que Graf pueda volver a la 1ª posición, la cuál ha sido retenida por Mónica Seles los dos últimos años.
Así que durante un descanso de su partido de 1/4 de final del torneo de Hamburgo, mientras estaba sentada en su silla, le clavó un cuchillo de cocina en la espalda a pocos centímetros de la columna. La herida se curó rapidamente, pero los efectos psicológicos le impidieron regresar a la competición durante 2 años y medio.
martes, 1 de diciembre de 2009
SELES CONFIRMA SU REINADO
En 1992, durante el Open de Australia no tuvo problemas para ganar a Arantxa Sanchez Vicario en semifinales por 6-2 6-2, y después a Mary Jo Fernandez en la final por 6-2 6-3, y conseguir su 2º Open de Australia consecutivo. Semanas más tarde ganó en Essen Classic, Evert Cup, Houston, Barcelona, Mónica era la gran dominadora del circuito. En Roland Garros ganó a Jennifer Capriati en 1/4 de final, a Gabriela Sabatini en 3 duros sets 6-3 4-6 6-4 en semifinales. En la final se enfrentó a Steffi Graf en uno de sus clásicos encuentros a 3 sets, que se convirtió en la mejor final femenina de la historia de Roland Garros de todos los tiempos por la lucha y el dramatismo vividos en el último set; Mónica ganó por 6-2 3-6 10-8, con lo que se convirtió en la única jugadora que ha ganado Roland Garros 3 veces consecutivas (desde que lo hiciera Hilde Sperling 1935-37).
La celebración de Mónica no duró demasiado, ya que iba a jugar en Wimbledon en un par de semanas, pero desafortunadamente para Seles los ingleses no estaban muy contentos con ella por su desaparición del año anterior y por sus gritos durante los partidos. Tenían hasta un número de teléfono donde la gente podía llamar y grabar su propio grito al estilo Mónica, y la persona que resultase ganadora obtenía un premio en metálico. Después, durante sus partidos ponían micrófonos y los llamaban "gritómetros", grababan el nivel de decibelios de los gritos de Mónica al golpear la bola.
Durante el partido de 1/4 de final, Nathalie Tauziat se quejó al juez de silla porque Mónica estaba siendo demasiado ruidosa; lo que animó a Martina Navratilova a hacer lo mismo durante la semifinal contra Seles. Esta vez el juez de silla dió a Mónica un "warning", al rato Martina volvió a quejarse otra vez y provocó que el juez de silla se agachase cuando Seles pasaba por su lado durante un cambio de lado, para decirle que bajase el volumen de sus gritos, a lo que ella contestó: Estoy tratando de hacer mi mejor juego...Mónica ganó ese partido por 6-2 6-7 6-4.
Pero en la lluviosa final cometió el gran error de probar a no chillar durante el partido, y la controversia creada por el tema de los gritos hizo mella en Mónica, e intentó jugar sin gritar desde que todos actuaban como si ese fuese el tema más importate del momento. Seles estaba aburrida de contener sus gritos, ya que el resultado en la pista no era el mismo, y perdió finalmente contra Steffi Graf por 6-2 6-1.
En el U.S Open volvió a jugar como siempre (es decir, gritando), y destrozó a sus adversarias ronda tras ronda con sus poderosos y ajustados golpes, perdiendo sólo unos pocos juegos en cada partido. Llegó a la final, donde tenía como rival a Arantxa Sanchez Vicario y la derrotó por 6-3 6-3 para ganar su 2º U.S Open consecutivo. Después ganó el Nichirei International, Bank Of The West Classic y el Masters de final del año (por tercera vez consecutiva) a Martina Navratilova por 7-5 6-3 6-1.
Terminó el año otra vez como nº1 del mundo, ganando 10 de los 15 torneos que jugó en 1992, duplicando sus anteriores y exitosas temporadas. Defendió sus títulos ganando otra vez el Open de Australia, Roland Garros y el U.S Open. Era la jugadora más joven que había ganado 30 títulos antes de cumplir 19 años.
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